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miércoles, 18 de junio de 2014

17

El frío no me hacía,
me resigné a hacer útil el pesar,
pensé, y me interrumpí,
fluí.
Medí, seleccioné, corté, contrasté
Esa noche hice muchas flores,
6 de la tarde,
7...
8...
10 de la noche ignorando el cansancio añejo, como si en la faena estuviera cambiando al mundo.
Saxo de fondo y olor tardío del incienso de pino recién comprado.
El viejito de sonrisa desdentada me bendijo y me hizo el favor de no darme una bolsita.

Nacieron moradas,
verdes, rojas,
ahora me gusta el amarillo,
feas y bonitas
grandes y pequeñas...
11..
12..
2 de la mañana: el dolor de espalda me gana, pero faltan más,
3 de la mañana: eramos 25 flores y media, la media ya sabemos.
Mis bonitas, las hice con la voluntad de la tristeza.
Cada doblez de pétalo dedicado
al los colores de su mirada.
Al pasado continuo.

Cada pliegue  encierra como 1421  emociones unísonas.
Ya a las 3.20, me iba sintiendo una y no media,
Me fui curando,
Ellas, tan coquetas, se multiplican, se van pareciendo a mis amigos y a otras cosas bonitas,
así que algunas mejor se van, las entrego,
pero
otras se quedarán conmigo, la niña las quiere ver y no quiere dejar de sentir.

Del sentir se crea...
no encontré otra manera.

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